miércoles, 1 de febrero de 2012

Balances y advertencias

2011 no deja un balance positivo ni en lo político ni en lo económico. En lo económico se afanan por mostrar un subtópico crecimiento por el desmedido gasto publico que no permite que la inflación decline, para ello vale más la reflexión seria que la polémica emotiva o la defensa a ultranza por parte de funcionarios diletantes. La falta de objetividad en el análisis y la escasez de sentido autocritico de quienes toman las decisiones conducen a todo menos a rectificaciones prudentes. Sin rectificación el país estará condenado a enfrentar serias dificultades económicas que impactaran en lo social. No se trata de presagiar tempestades, todo lo contrario; hay que preverlas. El ambiente político de los últimos años ha estado enrarecido de lado y lado, marcado por la confrontación y el reto cotidiano.
No es posible esperar que en el 2012 se repitan los resultados económicos del 2011, adversos. No es posible esperarlo así, porque equivaldría a aceptar una condena a riesgos impredecibles. El ejecutivo se ha esmerado en demostrar que todo dialogo es imposible, y toda advertencia le es indiferente. Pero en la opinión pública se consolida la incertidumbre y el temor por el futuro. Si el se obstinan en marcar e imponer su estilo aislacionista y controversial, ya no habrá tiempo ni para pronósticos ni para advertencias. Cuando se den cuenta del ambiente que nos rodea y de las condiciones que han creado en estos años puede ser demasiado tarde, las leyes económicas no perdonan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario